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"El bolsillo de los españoles"
Sin necesitar demasiados
estudios sobre la población española, podemos llegar fácilmente a la conclusión
de que lo que más preocupa a niveles generales es el propio bolsillo y no
importa el rango, cargo, poder o estatus social que infrinja esta regla.
Es la defensa de ese bolsillo lo que hace que escuchemos frases ilógicas y posturas increíbles y nada deseadas por parte de quienes cuando hablan, les escucha mucha gente.
Y la política es quizás el mejor ejemplo de ello; a menudo nos encontramos con políticos de izquierdas que parece que se vuelven de derechas por sus anormales declaraciones, pese a que los de derechas jamás parecen de izquierdas simplemente porque es la derecha la que te puede llenar el bolsillo legal o ilegalmente, con o sin ética, pero te lo llena a fin de cuentas si pasas por el aro y te olvidas de lo que deberías representar.
Tanto es así, que casi cualquier político debe procurar tener contentos a ciertos seres de alto rango, caciques y casta impertinente, si quiere al menos sobrevivir en el cargo que ostenta, solo que a “los pequeños”, los que no suelen estar en el circo mediático, apenas se percibe sus acciones, salvo para la gente que les rodea y vecinos próximos; mientras que “los grandes”, tienen que hacer vergonzosas declaraciones a la prensa en contra de todo pronóstico lógico y loable.
Sin embargo, en nuestra España querida, estas declaraciones, con circo mediático o sin él, igualmente pasan desapercibidas, pues por mucho que se repita, apenas produce reacción sobre los que realmente pagan las consecuencias, aceptado de forma inexplicable las barbaridades que, ya sea el líder de su partido o un concejal de turno desee generar en su propio beneficio y el de sus más allegados, causando un golpe tremendo a la ética y a la propia vergüenza de la gente a quien representa, pero no pasa nada, estamos en España y todo se permite por nuestra fe ciega en nuestro líder, diga lo que diga, haga lo que haga.
El sr. Sánchez, la última baza para poner un poco de orden y ética en una partido desmembrado y apenas sin credibilidad, se aferra al poder de modo vergonzoso, como ya es costumbre para perpetuarse en su cargo, ya que en caso contrario, todos sabemos lo que cierta señora andaluza y su equipo de energúmenos dictatoriales harían en el caso de que D. Pedro se desvíe lo más mínimo de las directrices que le marcan quienes realmente tienen el bastón de mando y se mueven desde las sombras.
Esto no es ningún secreto, soy plenamente consciente de ello, pero en cualquier país democrático con un mínimo nivel, habría una revuelta en sus militantes y provocaría unas elecciones internas para cambiar de inmediato al líder. Pero esto es España, ya ya sabemos lo que ocurre aquí: todos calladitos, unos por si le salpica algún beneficio y otros por amor incondicional a un líder que no cumple en ningún caso con lo que promete.
Esta es la principal diferencia de nuestro país al compararlo con los demás europeos, la defensa de nuestro bolsillo por encima de cualquier cosa, y lo peor es que como pensamos así, admitimos todo el estiércol que nos quieran echar y de hecho nos echan encima.
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